Historia clínica detallada: fiebre, tos con o sin flema, dificultad para respirar, dolor torácico, fatiga
Exploración física completa: identificación de estertores crepitantes, disminución del murmullo vesicular o sibilancias.
Pruebas diagnósticas iniciales: radiografía de tórax, biometría hemática, proteína C reactiva (PCR) o procalcitonina, gasometría arterial, cultivo de esputo y prueba rápida de antígenos urinarios.
Diagnóstico y clasificación: EPOC (en fumadores), disfunción de cuerdas vocales, insuficiencia cardíaca, bronquiectasias, enfermedad pulmonar intersticial.
La radiografía de tórax es la prueba de imagen fundamental para confirmar el diagnóstico de neumonía. Aquí te destaco sus aspectos más relevantes
La radiografía de tórax es esencial en el diagnóstico de neumonía porque permite confirmar la infección, evaluar su gravedad, diferenciarla de otras enfermedades pulmonares y monitorear la recuperación del paciente.
Se recomienda en casos de neumonía con:
✅ ¿Qué nos indica el exámen?
El mejor servicio para el cuidado de la mujer