Nuestra misión es la mejoría de tu malestar en las primeras 24 hasta 48 horas de recibir tu tratamiento
Historia clínica a detalle:: Se evalúan síntomas, antecedentes médicos y factores de riesgo.
Exploración física: Se revisa la función respiratoria, presencia de sibilancias, fiebre, entre otros signos clínicos.
Pruebas diagnósticas: oximetría, radiografía de tórax, como biometría hemática y PCR, para identificar infecciones bacterianas o virales.
Pruebas de función pulmonar: en casos necesarios, se realizan espirometría u otras pruebas para descartar afectaciones subyacentes.
¿Cuándo se solicita una radiografía de tórax?
La radiografía de tórax es una herramienta útil en el diagnóstico de infecciones respiratorias, pero su indicación depende de la sospecha clínica y la gravedad del cuadro.
- ✅ sospecha de neumonía bacteriana o viral grave (tos persistente, fiebre alta, dificultad respiratoria).
- ✅ falta de mejoría con tratamiento inicial o empeoramiento de síntomas.
- ✅ Factores de riesgo como edad avanzada, enfermedades pulmonares crónicas, inmunosupresión o antecedentes de tuberculosis.
- ✅ síntomas atípicos como dolor torácico intenso, hemoptisis o disnea severa.
¿Qué se puede observar en la radiografía?
- 🔹 Infiltrados pulmonares (indicativos de neumonía).
- 🔹 Atelectasias o zonas de colapso pulmonar.
- 🔹 Derrame pleural (líquido en los pulmones).
- 🔹 Signos de obstrucción bronquial en infecciones más severas.
Apoyo de la Espirometría para detección
La espirometría es una prueba clave en la evaluación de la función pulmonar y puede ser útil en el diagnóstico y seguimiento de infecciones respiratorias. Sus principales beneficios incluyen:
- Evalúa la obstrucción y restricción pulmonar: Detecta alteraciones en la capacidad respiratoria causadas por infecciones como bronquitis crónica o neumonía.
- Diferenciación de enfermedades respiratorias: Ayuda a distinguir entre infecciones respiratorias agudas y enfermedades pulmonares crónicas como EPOC o asma.
- Monitoreo de la recuperación: Permite medir la mejora de la función pulmonar después de una infección respiratoria, optimizando el tratamiento.
- Detección temprana de complicaciones: Identifica posibles secuelas, como fibrosis o limitación del flujo aéreo, en pacientes con infecciones graves.